lunes, 9 de abril de 2012

El plan que condena a Mexicana de Aviación



JESUSA CERVANTES

7 DE ABRIL DE 2012 · 8 COMENTARIOS

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La consigna federal es clara: Mexicana de Aviación no debe volar de nuevo. Para eso, representantes del Ejecutivo han puesto todos los obstáculos imaginables a la posible venta de la línea aérea. Y de esto no queda ninguna duda tras escuchar las reveladoras grabaciones de algunas pláticas que el responsable de la empresa Med Atlantic –interesada en la aerolínea– tuvo con la secretaria del Trabajo, Rosalinda Vélez, con el juez del concurso mercantil, con el administrador y con dirigentes sindicales.

Cuando se anunció la puesta en venta de la Compañía Mexicana de Aviación (CMA) el gobierno federal urdió un plan para descarrilar el proceso e impedir que el grupo Med Atlantic echara a volar nuevamente a la aerolínea.

Este semanario tuvo acceso a las grabaciones de algunas pláticas que revelan cómo instituciones gubernamentales –la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)– han hecho hasta lo imposible para entorpecer la compra de la línea aérea.

Para ello funcionarios federales se han valido de Jorge Isaac Gastélum Miranda, quien compró en la cantidad simbólica de mil pesos las acciones de Mexicana a Gastón Azcárraga. Ahora, según se escucha en las grabaciones, Gastélum exige cada día más dinero por esas acciones. Sus demandas a los inversionistas de Med Atlantic han ido de los cinco a los nueve millones de dólares.

En el registro de otra plática se escucha cómo el conciliador y administrador de Mexicana, Gerardo Badín, reprocha a funcionarios de la SCT que cuestionen la existencia del dinero para la compra de la línea aérea y pongan en duda la verificación que hizo el juez encargado del concurso mercantil, Felipe Consuelo Soto. Dudas, dijo, “que le hacen mucho ruido a los inversionistas”.

Una grabación más evidencia que el gobierno constató la existencia de ese dinero y ha impedido, por medio de la CNBV, que sea aceptado el depósito de 300 millones de dólares que se exige para la adquisición de la aerolínea.

(Extracto del reportaje que se publica esta semana en la revista Proceso 1849, ya en circulación)